lunes, 30 de marzo de 2009

Enamorarse, se enamora cualquiera..

(Publicada en El País Semanal como repuesta a un artículo publicado en relación al 14 de Febrero)
Tras leer atentamente el artículo firmado por Ángela Boto Cóctel bioquímico con morbo y comprobar el desfile de eminencias: científicos, psicólogos y antropólogos que destacan por el estudio de un tema tan importante para el bienestar humano como es el del amor; me permito humildemente recordar que nuestro gran filósofo y escritor Ortega y Gasset tiene una serie de exquisitos artículos recopilados en una obra titulada Estudios sobre el amor que a pesar de tener ya casi cien años, tienen una actualidad sorprendente.
Ortega nos avisa de la facilidad con la que dos términos muy distintos se confunden continuamente, esto es, enamoramiento y amor. El enamoramiento es una alteración fisiológica y psicológica de índole natural, y el amor es un sentimiento profundamente cultural y humano para el que hay que estar preparado; es decir, enamorarse se enamora cualquiera (“hasta los mancebos de botica”, asegura Ortega), pero para que este enamoramiento se convierta en verdadero amor, cuestión bastante complicada para la que no todo el mundo está preparado, hay que dotarlo de auténtica “humanidad”. Los científicos como John Gottman o D.M. Buss, no hacen más que dar la razón a lo que ya dijo Ortega. Pero como bien dice el dicho castellano: “nadie es profeta en su tierra” (que debería actualizarse por el de “ningún español es profeta en España”), pasamos por alto esta fantástica obra y echamos la culpa de nuestros fracasos a la oxitocina, serotonina o a cuestiones de histocompatibilidad.

Me permito aconsejarles que, en el día de los enamorados, regalen a sus parejas en vez del cóctel de feromonas consabido, el libro de Ortega. La humanidad saldrá ganando.

No hay comentarios: