viernes, 7 de noviembre de 2008

EL ORIGEN DELA VIDA

(Me parece muy preciso y acertado..)

Víctor Gómez Pin

Durante mucho tiempo se ha creído que la vida había surgido espontáneamente a partir de materia inerte y, de hecho, ¿qué cosa creer?, ¿qué otra alternativa cabía? De ahí la paradoja que, de entrada, constituye la tesis de Louis Pasteur, según la cual la vida sólo podía provenir de vida previa. Ciertamente parece un círculo vicioso, pero de hecho, la tesis es mucho más matizada. Lo único que sostiene es que la vida sólo puede emerger de vida previa… en las circunstancias que caracterizan nuestro entorno actual, circunstancias que nada tienen que ver con las que imperaban en la época primigenia.
Si hoy emergiera alguna forma de vida en las condiciones de la época primigenia, simplemente la cantidad de oxígeno ambiental haría que inmediatamente fuera destruida. En la época primigenia no había oxígeno libre en la atmósfera, o lo había en muy pequeñas cantidades, con lo cual las condiciones de que apareciera vida sí se daban.
Por fortuna, la atmósfera en la época primigenia se hallaba casi desprovista de oxígeno libre y también de microorganismos.
La atmósfera terrestre era particularmente rica en hidrógeno, carbono y nitrógeno, que junto a pequeñas cantidades de oxígeno permitirían la realización de las siguientes síntesis: metano (CH4), amoniaco (NH3), y vapor de agua (H2O). Cuando el vapor de agua atmosférico condensado se precipitaba en forma de lluvia, las rocas eran erosionadas y los minerales (cloruros y fosfatos) eran arrastrados hacia el mar. El mar contenía así los principales materiales de los aminoácidos, que a su vez constituyen la base de las proteínas.
Las proteínas, como todos los componentes del carbono, son llamadas orgánicas en razón de que tienen su matriz en los organismos vivos. Sabemos que la energía utilizada por los organismos vivos, como las plantas, para producir compuestos orgánicos es la luz solar. La hipótesis es que en la atmósfera prístina este papel lo desempeñaban rayos ultravioleta y descargas eléctricas que, en combinación con componentes carbónicos y sustancias nitrogenadas, producían los aminoácidos.
La hipótesis fue confirmada en 1953 con los trabajos de Stanley Miller, quien por medio de una reconstrucción de la atmósfera prístina, se halló en condiciones de sintetizar componentes orgánicos. La hipótesis puede ser extendida a la posibilidad de que las mismas proteínas pudieran ser sintetizadas de manera abiótica. Pero los vínculos polipéptidos de aminoácidos no son todavía la vida. La próxima etapa es la emergencia de un sistema dotado de actividad enzimática y de moléculas de ácido nucleico susceptibles de autoreplicarse, en suma, el mecanismo que conocemos como ARN y ADN.

No hay comentarios: